Reforestar contra la despoblación de este pueblo segoviano

Cerezo de Abajo es un municipio de 121 habitantes ubicado en la provincia de Segovia. Es por todos conocido el hecho de que el medio rural sufre despoblación. La tendencia actual de la población es concentrarse en las ciudades, mientras el mundo rural sufre la pérdida de habitantes, oficios y actividad.

Para luchar contra la despoblación rural, los vecinos de Cerezo de Abajo pretenden llevar a cabo una reforestación de especies autóctonas como fresnos, cervales y olmos.

 

La semilla de la idea: olmos en peligro de extinción

La idea partió de Miriam, vecina de Cerezo, publicitaria de profesión. Estaba realizando un proyecto que requería de madera de olmo, cuando se dio cuenta de que en la localidad apenas había ejemplares. ¿La causa? La grafiosis, una enfermedad fúngica transmitida por un escarabajo, que ha llegado a poner en peligro de extinción a especies como el olmo.

Miriam contó con la ayuda de su amiga Mariu, ingeniera de montes por la Universidad Politécnica de Madrid. Las amigas aunaron fuerzas con los concejales del Ayuntamiento y con asociaciones vecinales del pueblo, para iniciar el proceso de reforestación.

 

Reforestar contra la despoblación, ¿es posible?

El concejal del Ayuntamiento de Cerezo, Esteban Puigpinos, ha señalado que lo que buscan es «revertir la despoblación empezando por lo más importante: el medio ambiente».

Para que Cerezo «vuelva a ser un pueblo», se pretende recuperar especies autóctonas, generar huertos y fomentar oficios como la recogida de leña, la agricultura y la ganadería. Estos oficios se han ido perdiendo y, sin embargo, son el motor de la economía de los pueblos.

 

El objetivo: recuperar especies autóctonas

Hasta el momento se habían estado plantando especies no resistentes al clima, caracterizado por la falta de agua, los efectos del cambio climático y el tiempo extremo. Por ello, el objetivo comenzó siendo recuperar los olmos, pero unos olmos resistentes a la enfermedad de la grafiosis. 

Además, el proyecto incluye la plantación de otras especies autóctonas como fresnos o cervales, adecuados para la producción maderera o de frutos.

 

Implicación vecinal y convertirse en referente

Puigpinos destaca la implicación de la comunidad. En el proyecto de reforestación han participado personas de todas las edades y se pone de relevancia la importancia de la participación de los niños. Teniendo en cuenta que los niños son quienes van a cuidar el territorio en el futuro, desde el Ayuntamiento han hecho especial hincapié en la educación medioambiental.

Asimismo, Puigpinos expresa el deseo de que este proyecto sirva como referente para los pueblos de la zona. Entiende que compartir experiencias es clave para evolucionar y reivindica la voluntad económica necesaria de administraciones y gobiernos para remar en una misma dirección.