Se llama Pablo Yglesias, es de Barcelona, vive Perú y quiere crear una fundación que le permita llevar a cabo su objetivo.
La historia de este ecologista catalán
Pablo era técnico de luces y sonido cuando decidió dar un giro a su vida y hacer un voluntariado en Sudamérica. Eran los años del auge de la crisis económica en España.
Pablo aterrizó en la selva, donde descubrió su pasión por la naturaleza. Vive y trabaja desde hace seis años en el Parque Nacional del Manu, un espacio natural protegido situado en el sur de Perú y con una espectacular biodiversidad.
En 2013 esta pasión lo lleva a fundar la Reserva Tierra Linda, un centro de conservación e investigación situado en la Amazonia a través del cual promueve acciones voluntariado y una relación más armónica con la naturaleza y tribus indígenas.
¿Cómo pretende Pablo reforestar el Amazonas?
En 2019 los incendios se han disparado en la Amazonia más de un 80%. Durante el verano ha ardido incansable el denominado «pulmón del planeta», que absorbe millones de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera.
Consciente de esta alarmante realidad, hasta el momento, Pablo ya ha plantado más de 10 000 árboles, fundado la reserva y ayudado a la biodiversidad del entorno. Ahora quiere ir un paso más allá.
Para ello ha creado una campaña de crowdfunding que le permita crear una fundación de estudios amazónicos que impartirá formación en reforestación y restauración de bosques tropicales amazónicos.
Cómo actuará la fundación de estudios para reforestar el Amazonas
Esta fundación sin ánimo de lucro busca formar personas para que estas puedan seguir formando a otras personas y así poder reforestar la selva a partir de una red de personas con conocimientos. Yglesias lo define como «una especie de hotel para investigadores» y alega que de este modo no tendrían que depender de agencias de voluntarios que, al final, son «mafias».
Se impartirán cursos por parte de ingenieros forestales agrónomos y biólogos, los cuales estarán apoyados por universidades europeas. Se impartirán en la selva peruana, serán de tipo teórico y práctico y tendrán una parte online. Se pretende que en cada curso los alumnos lleguen a plantar 3000 árboles.
Necesitan recaudar fondos para cubrir gastos de transporte, sueldos, creación y mantenimiento de una página web, herramientas para plantar, material de oficina, etc. Por ello tienen en marcha esta campaña de aportación voluntaria.
Yglesias cuenta que, con su experiencia y conocimientos derivados de «estar plantando árboles cada día», es la persona ideal para liderar el proyecto. Porque habitualmente, el 90% de los árboles que se plantan acaba muriendo. Es necesario, por tanto, contar con los conocimientos adecuados para plantar las semillas y mantenerlas hasta que germinen con éxito.