Este artículo está basado en otro publicado en la web australiana Machines4U por Krystle Richardson. Puedes consultarlo (en inglés) aquí.

 

Las retroarañas son las cabras montesas del mundo de las máquinas. No importa lo difícil e inaccesible que sea el terreno, estas ágiles excavadoras tienen la habilidad de atravesarlo. Debido a que sus aplicaciones son tan específicas, no mucha gente sabe de su existencia.Así que, para los curiosos y para quienes podrían necesitar usarla en su trabajo, aquí va una breve historia de la retroaraña.
En 1996, dos suizos que vivían y trabajaban en esta zona:
retroaraña
decidieron que debería existir una excavadora que pudiera intervenir en el difícil terreno de los Alpes. Así que Edwin Menzi y Joseph Kaiser formaron equipo para inventar una excavadora que pudiera caminar. Menzi de algún modo sugirió renunciar a los derechos de nombre y así nació la Menzi Muck.

¿Por qué inventar una retroaraña (o excavadora que camina)?

Para la construcción urbana, estas retroarañas o máquinas con patas de araña son exageradas. Pero en el bosque y en terrenos remotos, las máquinas con patas múltiples (hay variedades de tres y cuatro patas) tienen todo el sentido. Cuando decimos que pueden acceder a todo tipo de terrenos no estamos bromeando.

La cualidad más destacable de la retroaraña es el movimiento independiente de sus patas articuladas. Con unas ruedas que acompañan cada pata, esta máquina goza de la libertad de una araña sobre patines.

Del mismo modo que una excavadora típica de la construcción, la variedad retroaraña presenta un cangilón o cubo, un brazo y una barra; y la cabina se apoya sobre una plataforma rotatoria. Es en el tren inferior donde encontramos la mayoría de diferencias, pues la retroaraña presenta diferentes opciones de patas, que pueden ser fijas o telescópicas.

A pesar de las increíbles capacidades de estas máquinas, su uso no está todavía muy extendido, o no se conocen sus cualidades, debido a que éstas solo son relevantes en terrenos y paisajes muy específicos. Y además su diseño único conlleva un coste de mantenimiento para el sistema de control electro-hidráulico.

Christian Peterson, un contratista de excavadoras de Gippsland, hizo la inversión en una Menzi Muck A91 hace unos años y comenzó la ardua tarea de aprender cómo utilizar la máquina. El control se realiza mediante el uso de joysticks y pedales. Según Peterson, existe poco riesgo de robo de una retroaraña, ¡ya que primero tendrán que averiguar cómo moverla!

Ha estado alquilando su retroaraña a granjeros locales desde entonces y de vez en cuando hace una demostración de sus capacidades en los alrededores de Field Days. Esto es lo que explicaba a The Weekly Times:

«Fue un gran reto crear el mercado para esta máquina, y darla a conocer en Gippsland, porque nadie nunca antes había visto una y no sabían de lo que era capaz».

Aunque puede llevar algo de tiempo acostumbrarse para aquellos que nunca han manejado una retroaraña, la baja disponibilidad de estas máquinas en Australia las hace una oportunidad prioritaria para los contratistas rurales.

 

Realizamos todo tipo de trabajos forestales con retroaraña

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